La expresión musical se encuadrada dentro de la formación integral. Por lo tanto, no es un apartado o un inciso dentro de la actividad que los niños/as realizan diariamente, sino una parte de los elementos que se ponen a su disposición para lograr ese fin.
Por eso antes de referirme en concreto a la actividad en sí, quiero reflexionar sobre algunos puntos que me parecen fundamentales.
Que es educar.
Desde los comienzos de la humanidad existe la educación, aunque es a partir del siglo XVIII que adquiere características de ciencia. Finalmente, ya en el siglo XX, se elimina la limitación positivista – que entendía educación como simple desarrollo de la inteligencia – y hablamos de Ciencias de la Educación. El concepto de educación varía pues a través del tiempo, según las aportaciones de diferentes ciencias y del concepto que se tiene del hombre.
Hoy pensamos que educar es poner al alcance del individuo, los elementos necesarios para que pueda desarrollar y enriquecer al máximo su capacidad para que pueda sentir y expresar, para que pueda reconocerse y aceptarse, a la vez que comprender y aceptar a los demás, para que pueda aportar nuevos valores a una sociedad que requiere un compromiso de cada uno de sus componentes.
A quién educamos
Nuestro propósito educativo está centrado en los niños y debemos verlos como un todo Físico, Emocional, Intelectual y Social.Pero además cada uno tiene un proceso madurativo y es a él que hemos de referirnos en cada encuentro educativo. Debemos observar y esperar, no de forma pasiva, sino implicados, aportando los elementos necesarios para colaborar en ese proceso.
Como educamos
La Pedagogía nos ha enseñado la validez de una clase activa, donde el niño no es un mero receptor y donde el profesor tiene la misión de coordinar, participando a su vez en el proceso de educación.
La Psicología nos ha aportado datos sobre las características del niño en las diferentes etapas de su desarrollo, de sus intereses, del período de atención y de los niveles de madurez.
Esto hace que el educador sea un observador y un catalizador de la situación en la que el niño hace la clase.
El niño juega utilizando toda su capacidad física, biológica, mental y emocional en una actividad seria, porque todo él está inmerso en este acto puesto que le produce alegría, unas veces por el juego en sí y otras por los resultados conseguidos.
Para Wallon , el juego es la ocupación que no tiene otra finalidad que ella misma y que aún sin ser perseguida una meta, da por resultado un aprendizaje funcional.
Nuestra tarea educativa debe estar hecha a imagen y semejanza de este juego libre.
Tenemos que intentar que el niño/a
SIENTA antes que comprenda. La comprensión es una actividad intelectual que llegará a practicar.
IMAGINE, capacidad enriquecedora que produce satisfacción, alegría, algo esencial en la educación y el aprendizaje y que a menudo se olvida.
EXPRESE, a través de los elementos que le puedan proporcionar estas actividades, como el sonido de su propia voz, los sonidos que pueden emitir con las diferentes partes de su cuerpo, o los instrumentos.
La Música, al igual que la Danza, la Pintura, la Escultura, la Literatura es un Arte, pero también a semejanza de ellas, es una forma de expresión y tiene un lenguaje con el que podemos comunicarnos.
Métodos como el de Dalcroze, Martenot, Orff, Kodaly o Willems son una gran referencia para el trabajo. Unos hacen hincapié en el ritmo y el movimiento, otros en el canto, otros en la audición interior, otros apuntan al ritmo, melodía y armonía en forma global.
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